Las enseñanzas de Takuan fueron aplicadas a las artes marciales.
Recogemos este texto significativo para comprender la esencia del zen:
“Si nuestro espíritu está concentrado sobre el otro sable, que avanza hacia nosotros, nuestros movimientos se relajan y somos atravesados de una estocada. Si nuestro espíritu se detiene un poco ante el corte del otro sable que desciende o sobre aquel que golpea,... o sobre la distancia que nos separa del otro esgrima, o sobre la cadencia del combate, nuestros movimientos se relajan y somos atravesados de una estocada. Si concentramos toda nuestra atención sobre nosotros a fin de no distraernos de nuestra acción, esto pertenece al estadio del aprendizaje. Si prestáis atención al ritmo del combate vuestro espíritu será prisionero del ritmo. Si atáis vuestra atención al sable, vuestro espíritu será prisionero del sable. Aunque veáis el sable enemigo que os ataca, evitad que vuestro espíritu quede aprisionado por ello. Armonizaos al ritmo del sable enemigo, sin pensar en la contraofensiva ni dejar ninguna discriminación conjetural! Tan pronto como veáis el sable adversario levantarse, sin dejar que vuestro espíritu se pare del todo, armonizaos con el sable adversario utilizando con naturalidad las ocasiones que se presenten. Podréis incluso arrancar el sable que os ataca y utilizarlo en revancha contra el adversario.” (Silburn, Le bouddhisme. pg 484)
Continua:...
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